Es un tipo de préstamo que suelen conceder ciertos bancos en el que se pide financiación para construir, en algunos casos incluyendo el importe para adquirir el terreno. Se puede asemejar en ciertas condiciones como una línea de crédito. La entidad financiera va otorgando ciertas cantidades a medida que la obra va evolucionando.
En nuestra amplia experiencia hemos comprobado que los perjuicios económicos más severos suelen darse por retraso en las obras, situación que suele ser muy habitual. Para que la entidad otorgue otro “tramo” de financiación suele ser condición el aportar certificado en el que conste la actualización de la obra. Si no se cumplen los plazos, la entidad puede cambiar las condiciones del préstamo haciéndolas más duras, habitualmente incrementando el tipo de interés para devolver el préstamo.
